Cuidados del Tatuaje

Limpieza Inicial: Después de hacerte el tatuaje, tu tatuador lo limpiará y lo cubrirá con un vendaje o envoltorio. Es importante que dejes este vendaje puesto durante el tiempo que te indiquen (normalmente entre 2 y 4 horas) para evitar que se ensucie o se infecte. Después de este tiempo, retira el vendaje y limpia suavemente el área con agua tibia y jabón neutro. Evita frotar la zona, ya que la piel está sensible.

Secado: Una vez limpia la zona, sécala dando toquecitos con una toalla de papel limpia. No uses toallas de tela, ya que pueden contener bacterias. Es importante no frotar el tatuaje, ya que la piel es delicada.

Hidratación: Aplica una crema o pomada específica para tatuajes (te recomendaremos algunas si no sabes cuál usar). Hazlo en una capa muy fina, sin excederte. Esto ayudará a mantener la piel hidratada y a evitar que se reseque o se formen costras grandes.

Evitar el rascado: Durante el proceso de cicatrización, tu tatuaje puede picar, pero ¡no lo rasques! Rascarse puede dañar el diseño y aumentar el riesgo de infección. Si sientes picazón, aplica más crema o agua fría para aliviar la sensación.

Evitar la exposición al sol: Durante al menos las primeras 2 semanas, evita exponer tu tatuaje al sol directo. El sol puede deshidratar la piel y hacer que los colores del tatuaje se desvanezcan más rápido. Después de este tiempo, es recomendable usar protector solar para protegerlo de los rayos UV.

Evitar piscinas y baños largos: Evita sumergir el tatuaje en agua durante las primeras semanas (piscinas, mar, baños largos) para reducir el riesgo de infecciones.

Usa ropa cómoda: Si el tatuaje está en una zona donde la ropa puede rozar constantemente (como brazos o piernas), es recomendable usar ropa suelta y cómoda para evitar irritaciones.